Personajes Ilustres
Célebre mecánico de aviación, que nació en Caparroso (Navarra) el 30 de junio de 1.901. De familia humilde, desde pequeño mostró afición a la maquinaria. Trabajó en su pueblo natal en casa Bozal, en los Talleres de Múgica y Arellano y Cía de Pamplona y arreglando maquinaria agrícola por los pueblos. A los 19 años entró como mecánico en la Azucarera de Marcilla, donde fue conocido por sus ideas progresistas y radicales. Con ocasión de la huelga de las azucareras del valle del Ebro, en noviembre de 1.920, fue detenido cuando intentaba convencer a sus compañeros de Marcilla de la necesidad de seguir la huelga del sector siguiendo las consignas del Sindicato Único.
Así, fue el mecánico del vuelo que sobre el Atlántico realizó el «Plus Ultra», iniciado la noche del 21 al 22 de enero de 1.926 desde Palos de Moguer. Pablo Rada fue protagonista del mismo, junto con Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, también navarro, y Juan Manuel Durán. Rada logró mantener el hidroavión en plenas condiciones de vuelo e incluso apagó con su cuerpo un pequeño incendio y sufrió quemaduras en su vientre. El hecho le valió jocosas coplas en Navarra. La primera etapa del viaje fue Palos de Moguer – Las Palmas, que se cubrió en ocho horas de vuelo; la segunda, hasta Porto Praía, en las islas de Cabo Verde; la siguiente etapa sería la más arriesgada hasta Fernando de Nornha, a 2.305 kilómetros de distancia, con el Atlántico por medio. Después harían escala en Pernambuco, Río de Janeiro, Montevideo, y tras recorrer los últimos 2.225 kilómetros llegaron el 10 de febrero a Buenos Aires.
El hidroavión en el que realizaron la gesta fue regalado al Museo del Carruaje y del Transporte de Luján (Argentina), fue exhibido en la Feria del Campo de Madrid y luego devuelto al museo de Argentina.
Rada había sido marginado, por no ser oficial del ejército, en los días anteriores al vuelo, pero después del éxito del viaje la prensa comenzó a reconocer la importancia de su cometido, y a sus dos medallas conseguidas en África por méritos de guerra se añadieron la Cruz de Calatrava, la medalla Aérea, la Cruz Militar de La Habana, la Cruz al Mérito Naval y la Cruz del mérito al Trabajo, que fue la primera que se concedía en España.
En toda Navarra se sucedieron los envíos de telegramas, homenajes y agasajos a Rada y Ruiz de Alda. En Pamplona se nombró a Rada hijo adoptivo de la ciudad el 8 de abril de 1.926. En Caparroso se organizaron festejos populares, se puso su nombre a una calle y se abrió una suscripción para comprarle la casa en que había nacido. En este ambiente surgieron un serie de jotas de las cuales la más popular sea esta:
«Franco llevaba el volante,
Ruiz de Alda lo guiaba
Y al compás de los motores
Rada la jota cantaba».
Según José M.ª Iribarren, los mozos de Caparroso entonaban este estribillo en recuerdo de las quemaduras que sufrió Rada al intentar apagar el incendio de un motor durante su vuelo:
«Si no es por la tripa de Rada se quema el avión. ¡Chin pón!»
Vuelto a España, Rada casó con María Luqui de Caparroso, se separó del ejército y participó en otros vuelos, algunos de los cuales fracasaron. En 1.928, Ramón Franco, Ruiz de Alda, Rada y González Galarza intentaron dar la vuelta al mundo con el «Numancia», pero el plan fracasó por las deficiencias técnicas del aparato.
A finales de 1.930, Franco y Rada mostraron abiertamente su oposición a la «dictablanda» de Berenguer y el primero, que estaba influido decisivamente en sus ideas políticas por el navarro, fue encarcelado. El 24 de noviembre de dicho año, Rada, junto con sus hermanos Tomás y Saturnino y otros (el suegro y un cuñado de Franco), ayudaron a escapar de la cárcel a su amigo y al mes siguiente estaban todos comprometidos en la conspiración republicana de Cuatro Vientos. Precisamente Rada acompañó a Franco en el vuelo que realizó para bombardear el Palacio Real, que no se llevó a cabo. El día 15 de diciembre ambos escaparon a Portugal, de donde salieron gracias a las 2.000 pesetas que envió Francisco Franco a Ramón. El 26 de diciembre llegaron a Amberes utilizando pasaportes uruguayos, pues habían conseguido esta nacionalidad con ocasión de su viaje con el «Plus Ultra». A partir de este momento los dos amigos entraron en contacto con la oposición española en Francia y Bélgica, sobre todo con Maciá y los anarcosindicalistas. Una vez proclamada la República volvieron a España y participaron activamente en la vida política del momento. Pide el ingreso en la aviación militar.
La influencia de Rada en las posturas cada vez más radicales de Ramón Franco era tan manifiesta que Ángel Galarza , nuevo director general de seguridad, planeó acabar con ella ofreciendo al navarro un empleo en el extranjero. Sin embargo Rada declinó el ofrecimiento y participó activamente en las elecciones a Cortes Constituyentes de julio de 1.931. Ramón Franco apoyó entusiásticamente la candidatura republicana revolucionaria más extrema y fue secundado por Rada, que en la campaña por Andalucía, según la frase de un ministro, convirtió la base aérea de Tablada en un centro electoral revolucionario. Más adelante fue encarcelado en el penal del Puerto de Santa María, pero logró escapar de manera espectacular.
Durante la Guerra Civil, Rada, vinculado al bando gubernamental, en calidad de oficial, residió bastante tiempo en Francia y al parecer realizó varias misiones para la República. Al terminar la guerra emigró con sus hermanos Saturnino y José a Colombia y después fue a Venezuela, a donde llegaría más tarde su otro hermano Tomás, oficial de milicias de la República.
Después de treinta años de exilio y tras varias difíciles intervenciones quirúrgicas en 1.969 mostró su deseo de volver a España, a donde llegó, con la categoría de comandante el 17 de febrero de dicho año. Su regreso fue recibido con muchas críticas por quienes veían en él al «demonio» que llevó por «el mal camino» al menor de los Franco. Sin embargo Francisco Franco dio su visto bueno a su ingreso en el sanatorio de la Armada de los Molinos (Madrid), donde murió el 18 de mayo de 1.969, siendo enterrado en el Panteón de la Armada Española.
(Documento aportado por D. Enrique Salvador, Profesor E.G.B.)